¿Qué es un invernadero andino?
El invernadero andino posee un diseño específico para la eco-región andina de la Puna, que genera las condiciones adecuadas para el desarrollo de una huerta , ya que sin él, se hace imposible cultivar al aire libre durante la mayor parte del año, logrando mitigar las bajas temperaturas nocturnas, que son casi todo el año bajo cero y con fuertes heladas.
Sus paredes laterales y la pared divisoria central son de adobe, para conservar la temperatura por las frías noches, evitando así las heladas dentro del invernadero.
El techo es de chapas plásticas transparentes acanaladas con filtro UV, en reemplazo del polietileno que se rompe con los fuertes vientos, con franjas de media sombra para evitar las altas temperaturas en la zona de cultivo.
Y una cámara de aire fresco, sombreada completamente para regular las altas temperaturas diurnas y con ventanas para la circulación del aire hacia la zona de cultivo.
Foto de invernadero andino para huerta en el interior del mismo y con cultivo de zapallitos.
¿Qué queremos lograr con la construcción de un invernadero andino para huerta en la escuela Nº 250 de Abra Colorada, Puna de Jujuy?
Mejorar la alimentación de los niños que viven en la escuela, a través del cultivo orgánico de sus propias hortalizas, aumentando y mejorando la disponibilidad y la calidad de sus alimentos.
Esta es una escuela albergue. Los niños comen en la escuela, y solo retornan a sus hogares los fines de semana, ya que viven a muchos kilómetros de la escuela.
Nuestro principal objetivo es la auto-sustentabilidad alimentaria, dejando en la escuela los medios necesarios para la producción de sus propias hortalizas, sin la necesidad de ayuda externa.
Y un objetivo muy importante es el intercambio de conocimientos entre los pobladores de la región, los alumnos, los maestros y los voluntarios que participen del proyecto, para generar un espacio que permita nutrir a todos los participantes con la invaluable y ancestral sabiduría de la población andina.
¿A quienes beneficia el proyecto?
A los niños Collas de la comunidad Flor de Saitia que asisten a la escuela nº 250 de Abra Colorada, Jujuy, Argentina y a sus familias.
Los Collas, son los pobladores originarios de la eco región de la Puna, pertenecientes al Colla suyo, que fue la mayor región y la más austral del Imperio inca. Son un pueblo agricultor, con un gran conocimiento de los cultivos, los ciclos naturales y el clima, y solo necesitan los medios para llevarlo a cabo.
La eco región de la Puna
La puna, es un ecosistema único en el mundo.
Las altitudes de esta eco región, son superiores a los 3.500 m, con grandes planicies de altura, surcadas por cadenas montañosas y volcanes de más de 6000 m.
El clima es frío y seco con una gran amplitud térmica diaria, que puede alcanzar los 30°C, con medias anuales inferiores a 8°C y mínimas invernales inferiores a -20°C.
Las lluvias son escasas, y se producen solo en primavera y verano y promedian los 300 mm. Anuales.
La escuela
La escuela rural nº 250 se encuentra situada en plena puna jujeña a 3800 m de altitud, en la localidad de Abra colorada, a unos 76 Km. Al sur de La ciudad de la Quiaca.
A la escuela se accede por una huella cordillerana de ripio de 50Km, desde la ruta 9.
No hay señal de celular ni teléfono y la electricidad es con baterías y paneles solares. No hay agua potable ni gas.
Es una escuela albergue, donde 23 alumnos estudian y además viven con el personal de la escuela durante toda la semana. Su directora es la Sra. Myriam Mancini.
¿En qué consiste el proyecto?
Primero en comprar y trasladar los materiales para la construcción del invernadero andino, que sean difíciles de conseguir en la región y de todas las herramientas necesarias para la huerta orgánica, como layas, palas, semillas, manguera, etc…
Los adobes necesarios para las paredes del invernadero serán realizados por los pobladores Collas de la comunidad Flor de Saitia, de la región de Abra Colorada, donde se encuentra la escuela rural Nº 250 y a la que asisten sus hijos.
Y para febrero de 2014, época más propicia desde el punto de vista climático, un grupo de voluntarios viajará para construir el invernadero, alojándose en la misma escuela, para abaratar los costos del alojamiento y comida.
La asociación Hermano Sol Hermana Luna de Asís
Desde hace más de 10 años, brinda ayuda humanitaria a escuelas de frontera, rurales y comunidades originarias de la Puna de Jujuy, Salta y el sur de Bolivia.
Integrada por 3 amigos, José Antonio Franco, Roberto Freitas y Alberto Valle, que luego de un viaje realizado al norte de la argentina, se sintieron sensibilizados por las necesidades de sus pobladores y decidieron involucrarse y dar una mano.
En la actualidad, llegan a más de 70 escuelas e instituciones educativas de la puna, Fundaron 2 talleres de costura, uno de tejido, una biblioteca y un banco permanente de medicamentos.
Adriana Celli, forma parte del área de medio ambiente y proyectos especiales de la asociación.
Es técnica en producción vegetal orgánica (Facultad de agronomía-UBA) y comenzó a delinear los detalles del proyecto de construcción del invernadero andino, en febrero del 2013, en su último viaje realizado a La Quiaca.
En caso de no recaudar el 100% de nuestro objetivo económico haremos lo siguiente:
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Con el 10%
Podemos hacer todos los adobes necesarios para el invernadero, y comenzar a construir las paredes.
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Con el 25%
Podemos hacer todos los adobes necesarios para el invernadero, construir las paredes, y además comprar las chapas plásticas transparentes acanaladas con filtro UV para hacer el techo.
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Con el 50%
Podemos hacer todos los adobes necesarios para el invernadero, construir las paredes, comprar las chapas plásticas transparentes acanaladas con filtro UV y las maderas para construir el techo. Además, compramos las herramientas necesarias para la construcción del techo y las herramientas necesarias para que los alumnos y pobladores realicen la huerta orgánica dentro del invernadero.
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Con el 75%
Podemos hacer todos los adobes necesarios para el invernadero, construir las paredes, comprar las chapas plásticas transparentes y las maderas para construir el techo. Compramos las herramientas para la construcción del techo y para que los alumnos y pobladores realicen la huerta orgánica dentro del invernadero. Pero no podrán viajar todos los voluntarios y habrá menos manos para trabajar.